Quizás de niño intentaste volar usando una sábana como capa, o saltaste desde un pequeño muro con un paraguas esperando que funcione como un paracaídas. Si así fue, déjame adivinar, te has llevado un golpe.
Si recuerdas los principios de la aerodinámica que discutimos hace algunos días, entenderás por qué sería imposible que una persona vuele utilizando una sábana, o cualquier otro objeto que pretenda imitar las alas de un ave o un avión. Hoy te explicaremos cómo funciona un paracaídas, y así podrás entender por qué un paraguas no es de gran utilidad si deseas saltar de forma segura.
LA TEORÍA DETRÁS DE CÓMO FUNCIONA UN PARACAÍDAS
El concepto clave para entender cómo funciona un paracaídas es el de gravedad y resistencia del aire. Un objeto cae porque la gravedad lo “empuja” hacia abajo, y la resistencia del aire determina a qué velocidad lo hace.
Como la gravedad es prácticamente la misma en todas partes del planeta, lo que varía es la resistencia que ejerce el aire. ¿De qué depende esta resistencia? Fundamentalmente depende de la superficie que ocupa el objeto. Cuanto más comprimido es un cuerpo, menos resistencia ejerce el aire; y cuanto más expandido, más resistencia.
Este es un principio básico de la mecánica de fluidos, que también se aplica, por ejemplo, a los nadadores. Si quieres nadar rápido, deberás hacer que tu cuerpo se abra camino dentro del agua de la forma más “sutil” o “elegante” posible, para ofrecer la menor cantidad de resistencia posible.
Si caemos desde un avión, lo que queremos, por el contrario, es que el aire ejerce más resistencia sobre nosotros para así caer más lentamente y no sufrir lesiones. Si saltamos sin paracaídas, nuestro compacto cuerpo golpeará el piso más rápidamente y con una intensidad mucho mayor, por supuesto. Al utilizar un paracaídas lo que hacemos en reducir la velocidad a la que caemos, reduciendo también la intensidad con la que impactamos en el suelo.
Teóricamente, un cuerpo humano promedio cae a una velocidad de 10 metros por segundo. Entonces, por ejemplo, en 100 segundos una persona caería a 1000 metros por segundo (3 600 km/h) una velocidad similar a la de los aviones más rápidos jamás inventados.
Naturalmente en la práctica esto no sucede. A los 5 segundos, aproximadamente, las dos fuerzas en juego (gravedad y resistencia) se igualan y alcanzamos una velocidad constante, llamada terminal. La velocidad terminal es estable pero, lamentablemente, es suficientemente alta como para provocar una caída de enorme impacto.
¿CÓMO FUNCIONA UN PARACAÍDAS EN LA PRÁCTICA?
Prácticamente lo que sucede al abrir un paracaídas es que agrandas enormemente la superficie que ocupas, ofreces mayor resistencia al aire y alcanzas una velocidad terminal mucho menor, lo que genera, naturalmente, un impacto con el suelo mucho menos intenso.
Los paracaídas están diseñados para reducir tu velocidad terminal en aproximadamente un 90%, esto implica que caerías a unos 5 metros por segundo. Con una correcta preparación, cuando estás a punto de impactar el suelo puedes reducir aún más tu velocidad y lograr un impacto menor.
Pero aunque los paracaidistas lo hagan lucir tan fácil como saltar tranquilamente con una pequeña mochila y tirar de una soga. El preciso momento al abrir un paracaídas puede ser realmente complicado.
En primer lugar, el paracaídas no se debe abrir inmediatamente que se produce el salto ya que posiblemente no tenga el espacio suficiente para extenderse adecuadamente y pueda sufrir roturas. Los paracaidistas profesionales cuentan con altímetros que les indican precisamente en qué momento deben abrir el paracaídas.
En segundo lugar, el paracaídas ejercerá una enorme fuerza sobre tu cuerpo, por lo tanto debes estar preparado para el fuerte “tirón” o freno que provocará. Para reducir esa violenta sacudida, el propio paracaídas tiene algunos elementos de seguridad, como dos pequeños paracaídas secundarios, que además de ser útiles si el principal falla, ayudan a distribuir la fuerza. Y por otro lado las propias cuerdas del paracaídas también distribuyen esa fuerza.
¿Ahora entiendes por qué no puedes esperar que un simple paraguas funcione como un paracaídas? Tanto por la insignificante superficie que ocupa como por la debilidad de sus materiales, un paraguas es totalmente inútil si quieres reducir el impacto de una caída de cualquier altura.
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