Una de las cosas que muchas personas tienen en su lista de deseos a hacer en la vida es un salto en paracaídas. Unos piensan que sólo es una actividad para verdaderos valientes y aventureros, pero la realidad es que cualquier persona con ganas de tener una experiencia única y que quede en la memoria para siempre lo puede hacer.
No es una decisión fácil, lo acepto, pero una vez que te atreves y que estás a bordo de la avioneta no hay vuelta atrás. Yo me lancé con tres amigos que hicieron que el drama fuera menos y que entre risa y risa los nervios se olvidan.
La experiencia comienza en San José Vista Hermosa, un pueblito cerca de Tequesquitengo. Nosotros elegimos el horario de las 9:00 am, y al parecer fue una muy buena elección, aunque claro, tuvimos que madrugar para llegar a tiempo.
Una vez que llegas, te registras y esperas turno hasta que los instructores te llamen para equiparte y darte todas las indicaciones.
LA ANSIEDAD Y EL MIEDO
Después de esta preparación los nervios y la ansiedad se harán más presentes, pero nada que no puedas controlar. Entonces llega la hora de abordar la avioneta con otros audaces como tú y sus respectivos instructores, para elevarse hasta los 13 mil pies, que son algo así como 3.96 km.
Más vale que lo que te hayan explicado durante el entrenamiento te haya quedado claro, aunque en todo momento el instructor estará contigo hasta para calmarte hasta el miedo.
Cuando llega tu turno y es momento de ponerte en la orilla de la avioneta antes de lanzarte, aparecen todas las emociones al mismo tiempo: miedo, ansiedad, energía, todo junto.
ES ALGO INDESCRIPTIBLE
La sensación de caída libre es indescriptible, imagínate nada más, que puedes alcanzar una velocidad de hasta 200 km. por hora, la adrenalina recorre todo tu cuerpo y esto apenas comienza. Durarás así un par de minutos a lo mucho, antes de que el instructor abra el paracaídas. Después de esto, literalmente volarás, mientras de un lado tienes de testigo al Lago de Tequesquitengo y los otros poblados cercanos. Además de que una tranquilidad invadirá cada centímetro de tu cuerpo para apreciar la increíble vista.
La caída dura aproximadamente 5 minutos desde que saltas hasta que aterrizas, aunque la actividad puede durar entre dos y tres horas, dependiendo de qué tan puntual seas en tu llegada.
Si tienes chance, compra el video que venden por separado, en el que quedará huella hasta de tu entrenamiento, además de que vale mucho la pena documentar cada segundo de esta experiencia.
Después de esto, te aseguro que habrá un antes y un después de ti, créeme
En fin, ¿te emocionaste un poco? La satisfacción de decir: Me aventé en paracaídas no tiene precio. ¿Ya te lanzaste? Cuéntanos, ¿qué tal tu aventura?
Recuerda que nuestra página Web puedes consultar los precios de paracaidismo.